Capitulo 1: Bienvenido a Ukrania
Un hombre fumaba nerviosamente un puro, mientras esperaba al lado de un helipuerto, incapaz de quedarse quieto ni un instante. Era de unos cuarenta y tantos, del pelo ya casi completamente canoso, y unos ojos profundos de color miel. Otro hombre a su lado preparaba una serie de objetos y trajes en varias mochilas y bolsas, destinadas a varios miembros que participarían en una pequeña "excursión". Los demás miembros de ese pequeño viaje, se encontraban descansando en una casa cercana, roída por el paso de los años y por otras causas mas dramáticas.
Todos los presentes, incluidos los del interior del edificio, se volvieron al escuchar en la lejanía, los metálicos sonidos de un helicóptero acercándose al lugar. La oscuridad empezaba a llegar al mismo tiempo que el ultimo de los excursionistas, y a la misma hora que todos los días.
Todos se prepararon fuera del perímetro del helipuerto, colocándose ya las bolsas y objetos que necesitarían mas adelante. Mientras el hombre del puro, alegraba la cara, y golpeaba ligeramente el puro para hacer caer la abundante ceniza que de él colgaba. Todos los demás también cambiaron su expresión, para dar paso a una mas agradable.
- Señor Helboy- dijo el hombre del puro- pensábamos que la AIDP había cambiado de parecer.
El demonio escarlata salio del helicóptero con mucho cuidado para no golpearse con la puerta, y se irguió para mostrar sus casi 3 metros de estatura.- La AIDP no cancela los planes por nada, en todo caso, puede posponerlos- Los hombres que se encontraban a su alrededor no podían contener sus miradas hacia los cuernos lijados que descansaban en su frente, y hacia la gigantesca mano de piedra que sorprendentemente podía levantar sin ningún esfuerzo.
- Perdone a mis hombre, pero es que nunca han tenido ningún contacto con lo paranormal- Se disculpo el hombre, con el puro aun en la boca, a pesar de que ya se había consumido.
- Entonces por que los ha elegido, usted dijo que tenia un equipo preparado para estos casos. No quiero tener un soldadito que a las primeras de cambio se asuste cuado vea algo "diferente" a lo que normalmente ve en los entrenamientos.- Dijo un poco mosqueado.
- Tranquilo, son buenos soldados, los mejores de varias promociones, no creo que le den ningún problema.
- Eso espero, por su bien. He accedido ha hacer esta misión, solo por un motivo. La agencia me ha obligado, me ha dicho que esto es bastante grave.
- Y no se equivocan- al terminar de decir esto, tiro el puro apagado al suelo, y saco otros dos puros, uno se lo metió en la boca y el otro se lo ofreció a Hellboy que acepto encantado.- Ah, y por cierto, bienvenido a Ukrania.
